Europan 12
Infraestructuras en la línea de flotación
El proyecto aborda uno de los grandes retos paisajísticos del siglo XXI: el desafío del límite costero frente a la subida del nivel del mar causada por el deshielo de los polos. La costa de Kalmar, con un relieve especialmente horizontal y un paisaje rural en constante convivencia entre mar y tierra, se proyecta como un futuro destino vacacional. Esta situación representa una oportunidad para que la ciudad afronte este desafío aprendiendo de los errores de los desarrollos especulativos del sur de Europa. Desde la experiencia de un arquitecto en Granada comprometido con soluciones innovadoras, se propone una intervención que responda de forma responsable y creativa a este reto.
La propuesta consiste en una intervención de mínimo impacto sobre el suelo natural, desarrollada a partir del análisis del crecimiento del nivel del mar en las próximas décadas. Se plantean infraestructuras pensadas para ser ocupadas por el agua y convivir de manera flexible con el límite costero. Este enfoque de diseño sostenible busca no solo proteger el entorno, sino también integrarse con él, siguiendo una línea de trabajo que define a todo interiorista en Granada especializado en soluciones respetuosas con el medio ambiente y adaptadas al contexto.
Los equipamientos propuestos toman como referencia la ocupación del medio rural en la cultura escandinava, estableciendo una conexión directa con las formas del paisaje y una arquitectura vernácula de carácter temporal y efímero. Así, las nuevas infraestructuras logran una armonía con la arquitectura rural dispersa, en la que los escandinavos encuentran confort durante las estaciones estivales. Este proyecto de paisajismo costero representa una oportunidad para redefinir el vínculo entre arquitectura y naturaleza, aportando una visión fresca y necesaria desde la práctica profesional de un arquitecto en Granada.